Una tatarabuela de los chaná le contó a mi abuelo esta leyenda que me pareció muy rara.
Decía que había un anciano, el más viejo de todos, que también era el jefe
y el brujo de una tribu, que secretamente alimentó durante muchos años una víbora, la que creció y creció hasta convertirse en una víbora gigante. Un día, el brujo decidió soltarla.
La víbora gigante se arrastraba lentamente por la tierra y era tan pesada que iba formando arroyos a su paso.
Y así anduvo y anduvo, hasta crear cada una de las islas, de las cientos de islas que forman nuestro delta.
Cada noche me acerco a mirar el río, y me acuerdo de la víbora gigante.
EL PERRO BLANCO - DAMIÁN JOSÉ TORRES
Un amigo de mi papá que trabajaba de camionero le contó
esta historia extraña. Parece que en una zona de Mendoza
un viejo estaba afuera de su casa tomando mate y de
pronto se le apareció un hombre. El se acerco y cuando lo
tocó el hombre se convirtió en un perro.
Era un perro blanco de dos metros de altura y tenia los
ojos rojos como los de los conejos. El viejo se asustó tanto
que se desmayó y cuando se despertó el perro había
desaparecido.
Al día siguiente, se fue a lavar la cara, se miro al espejo y
tenia un ojo rojo y el otro cerrado. Ese mismo día le
empezaron a salir púas en los brazos y las piernas se le
convirtieron en patas.
En una hora llego a ser un perro blanco de dos metros y
medió de altura. Esa noche subió a la cima de una
montaña y empezó a aullar.
Los dos perros de una casa cercana escucharon los
aullidos y fueron allá.
En ese momento salio un vecino a ver que pasaba y
encontró a los perros peleándose y los separó con un palo.
Al rato el vecino escucho un ruido detrás de el y vio al perro
gigante. Salio corriendo con temor para su casa, tranco la
puerta pero el perro ya estaba adentro en la cocina
comiéndose a su gato.
El hombre se murió de un infarto y desde ese día fatal
el perro blanco gigante domino la tierra.
Llanto en el sótano- Luciano García
En arroyo Sagastume en una casa hace mucho tiempo, se cometió un crimen. Una madre dejo a su hijo de un año encerrado en el sótano. El niño se murió de hambre.
Años después, la casa fue habitada por una familia. Por las noches se escuchaban los llantos del niño.
Entonces se llamo a un cura para dar una misa. El alma se fue en paz.
Nunca más se escuchó el llanto.
